Una tarde, mientras el matemático y estadista Mohan Srivastava se encontraba en su oficina revisando unos documentos, se encontró con varios boletos de lotería que había comprado unos días atrás. Los boletos eran del tipo de lotería conocido como “raspado” o “raspadito”, donde el jugador debe “raspar” una porción del boleto para conocer si ganó algún premio.
Entre los boletos que Mohan Srivastava tenía ante sí, había un ganador; un boleto con un premio de 3 dólares. Aunque no era mucho dinero, Srivastava cambió el boleto en una tienda cercana a su trabajo, sin embargo mientras iba de regreso a casa, se preguntó si había alguna forma de romper el algoritmo que se utilizaba para crear los boletos de la lotería. Decidido a investigar si era posible, Srivastava compró varios boletos más y se dispuso a estudiarlos. MAS DETALLES