Ebossé, de 24 años y que había sido padre esa misma mañana, recibió una pedrada mortal tras el partido que su equipo perdió ante el USM Alger por 1-2, con gol suyo. El jugador fue trasladado al hospital, pero falleció de camino al mismo por un traumatismo craneoencefálico.
El Ministerio del Interior y de Administración Local ya ha dado orden para que se abra una investigación que aclare las circunstancias de la muerte de Ebossé.