Roxana Josefina Rodríguez Márquez (25) llegó de una fiesta con su esposo y sus amigas y para no dormirse en el trayecto a la playa le pidió a su madre que les hiciera café. Nérida Márquez estaba en la cocina preparando la bebida, cuando escuchó los tiros.
«Eran las 6 de la mañana, yo prendí el televisor y estaban cantando el Himno Nacional», dijo la madre, mientras narraba el suceso «más doloroso» que le ha pasado en su vida.
Salió corriendo a la puerta y la encontró arrodillada, al lado de la camioneta en la que se iban para la playa. La amiga trataba de pararla, pero ella no respondía y se incorporó al ver a su madre. Roxana vivía con su mamá, su esposo, su hija de seis años «que no la dejaba con nadie», y su hermanita de 5 años, en la calle San Rafael, con calle Unión, del barrio Santa Cruz del Este, municipio Baruta, sureste de Caracas. El esposo tenía sueño y se quedó dormido, pero ellas decidieron tomar café para seguir despiertas. EL CARABOBEÑO