Jesús Aguilarte Gámez, Gobernador de Apure, presentó su renuncia, por motivos médicos. El vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, se reunió con los legisladores y les pidió mantener la cordialidad con el nuevo secretario ejecutivo Ramón Carrizález, aprobar los recursos para bajar el conflicto social en el estado, originada por el retraso en el pago de seis meses de salario, y paralizar las peleas internas.
La desgracia del mandatario comenzó hace cinco meses, pero se agudizó en diciembre cuando Chávez se enteró, por informes del Sebin, de la boda del apureño en Valencia. Fue calificada como «la boda más fastuosa del año», mientras en San Fernando, Biruaca y Guasdualito protestaban por el incumplimiento en los pagos a funcionarios. El otro hecho fue un auto de detención dictado contra el legislador Jhonny Salgueiro, por supuestos hechos de corrupción. Salgueiro, vinculado a Aguilarte Gámez, huyó del estado llanero, señalaron fuentes regionales. «Aquí el liderazgo político chavista se enriqueció», afirmó Emilio Palavicini, ex dirigente del PSUV, ahora militante de PPT.
Rafael Delgado bautizó la designación de Carrizález como secretario ejecutivo regional como la «misión presidencial» porque tendrá como fin «lograr que Apure deje de ser esa vitrina nacional de mala gobernabilidad». Advirtió que una protesta contra el ex vicepresidente sería considerada «una manifestación de rechazo publico a la decisión tomada por el comandante Chávez». Carrizález dijo: «El Presidente me comisionó darles respuesta a los problemas, junto con todos los factores, sobre todo al poder popular». EL NACIONAL