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Las aterradoras historias de las almas en pena que aparecen en el Metro de Caracas

1 abril, 2015

El Metro de Caracas, con más de 30 años de servicio y 2 millones de personas trasladándose día a día por sus vagones, se ha convertido en parte indispensable del trayecto a hogares, sitios de trabajo y casas de estudio de miles de ciudadanos, siendo partícipes de las más curiosas anécdotas.

Hay historias del particular servicio subterráneo que solo conocen sus trabajadores, específicamente los del horario nocturno, comprendido entre las 9:30 pm y las 5:30 am, en donde se desarrollan hechos paranormales, apariciones fantasmales y acontecimientos irregulares.

Los operadores comentan, desde el anonimato, sus experiencias suscitadas tras el cierre de las puertas del transporte caraqueño.

LA NOVIA DE LOS DIENTES

En la estación Colegio de Ingenieros, Línea 1 del metro, existe una historia que perturba al personal de seguridad.

Uno de los trabajadores narró la historia de una joven odontóloga, quien según comenta, se iba casar en un templo que queda en las afueras de la estación. Sin embargo, al llegar el día de su boda, el novio la dejó plantada y ella, en su desespero, decidió entrar en las instalaciones con su vestido de novia y lanzarse a los rieles del tren.

Recientemente, el operador detalla que “entrado el turno de la noche, haciendo el recorrido visual de las cámaras de seguridad, mi compañero de trabajo me indica que observe la cámara número 3 del andén, porque le pareció haber visualizado algo, cuando verifico, pudimos observar inmóviles la imagen de una mujer vestida de novia, caminando por los rieles de la estación, desapareciendo al pasar unos segundos”.

LA NIÑA FLOTANTE

En Colegio de Ingenieros no solo cuentan la historia de la novia que pena por los rieles de las vías del tren, otro operador reveló lo que le sucedió “en una noche de jornada laboral normal”.

Luego de cerrar la estación, el trabajador nos contó que se puso a descansar en la oficina, pues no había mucho trabajo a esa hora.

Una vez que la gente de la estación terminó de hacer los trabajos rutinarios, de repente todos los que se mantenían laborando en primer piso, salieron corriendo y empezaron a tocar el timbre de la oficina, acumulándose en la puerta tratando de entrar, dándole golpes.

“Yo pensé que se habían metido a robar, cuando salgo, veo que eran 8 personas. Yo abro la puerta y entran corriendo, me asomo y desde la puerta no veía nada, pero cuando salgo y veo el final del pasillo, se veía una muchacha, vestida de blanco, con cabello negro largo, de espaldas, cuando bajo la mirada no se le veían los pies, lo que hice fue correr de nuevo a la oficina atónito y sorprendido por lo sucedido”.

EL MECÁNICO DEL TREN FANTASMA

En Propatria, específicamente en los patios y talleres, un lugar donde resguardan las unidades y vagones que no están operativos, en el horario de la noche generalmente empiezan a moverse las maquinas, se encienden los trenes y se apagan las luces.

“En los talleres aparece un mecánico, que llama a cualquier compañero y le indica que hay un tren con fallas. El equipo alarmado va de inmediato y trata de atenderla, pero resulta que no hay nada y cuando preguntan por un operador alto, de piel blanca, resulta que el mecánico no existe, sino que fue un señor de mantenimiento que haciendo sus labores en los trenes, lamentablemente falleció, siendo el alma en pena que ronda los talleres de los patios de resguardo”, detalló uno de los trabajadores.

“El mecánico”, como lo conocen en Propatria, suele aparecer cuando hay personal nuevo, cauteloso de cualquier cosa que suceda en los trenes inactivos.

EL PASAJERO PERDIDO

En Capitolio, cuentan la historia espeluznante que varios compañeros estaban en el puesto de la Policía Nacional, que da hacia la transferencia, como a la 1:00am mientras conversaban 3 funcionarios y 2 operadores del sistema, de repente observan algo que les ocasionó inquietud.

“Estábamos hablando, esperando que terminaran unos trabajos y vimos una persona pasar por la transferencia, y le gritamos porque a esa hora ya las estaciones están cerradas, sin embargo, al acercarnos al pasillo la sombra de la persona desapareció delante de nosotros”.

En todas las estaciones, afirman que el ciudadano común se puede encontrar con historias distintas, debido a los múltiples suicidios que según destacan “atraen mucho esas cosas”, los trabajadores coinciden que la estación más temida por sus apariciones es Colegio de Ingenieros.

Texto y Fotos/Desde La Plaza