A los 17 años, pensando que nadie emplearía a alguien que no sabía escribir su nombre, puso su propio negocio. Más allá de toda previsión, su negocio tuvo muchísimo éxito.
Comenzó a vivir una doble vida: una, la del triunfante hombre de negocios que le daba trabajo a cuarenta personas. La otra, la del hombre torturado por la ceguera cultural. Jeff Pearce es un empresario británico que hizo millones, sin saber leer ni escribir. MAS DETALLES