La resolución de la ONU que autoriza los ataques para frenar la ofensiva de Gadafi ha iniciado la cuenta atrás para que se materialice una operación militar de castigo en el país magrebí. La situación sobre el terreno, con los rebeldes acorralados en Bengasi, requiere de una respuesta rápida de la comunidad internacional. Estados Unidos, que cuenta con la supremacía militar en el Mediterráneo, junto a Reino Unido y Francia, precursores de la resolución que contempla el uso de la fuerza, apuran las horas previas en la búsqueda de apoyos entre el mayor número posible de países, con especial atención en los vecinos árabes de Libia.
El ataque se prevé inminente, a juzgar por las declaraciones del portavoz del Gobierno francés, François Baroin, que ha asegurado que «se producirá rápidamente», posiblemente «en cuestión de horas».
Este mediodía, el primer ministro británico, David Cameron, ha anunciado en los Comunes el despliegue de aviones de combate que se desplazarán «en las próximas horas» a las bases próximas a Libia (posiblemente en Italia) para desde allí participar en «las acciones que sean necesarias», ha dicho el premier británico.
Reino Unido, que desde el inicio del conflicto mostró su disposición a una posible intervención militar en el país, «desplegará aviones Tornado y Eurofighter y aviones cisterna y de vigilancia». MAS DETALLES