El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, fue detenido este martes en Londres a raíz de una orden de captura emitida por las autoridades suecas “por sospecha de violación”, anunció Scotland Yard en un comunicado.
El australiano, de 39 años, cuyo sitio web está publicando miles de cables diplomáticos confidenciales de Estados Unidos, fue detenido al presentarse a la policía a las 09h30 locales (igual hora GMT). Deberá comparecer en las próximas horas ante un juez de primera instancia en el tribunal de Westminster, en el centro de la capital británica.
“Agentes de la unidad de extradiciones de la policía metropolitana han arrestado esta mañana a Julian Assange en nombre de las autoridades suecas por sospecha de violación”, declaró la policía en su comunicado.
La policía precisó por primera vez las acusaciones que le imputan las autoridades suecas: “Un cargo de coerción ilegal, dos cargos de acoso sexual y un cargo de violación, todos ellos presuntamente cometidos en agosto de 2010″.
Su abogado británico, Mark Stephens, anunció en los últimos días su intención de luchar contra la extradición de su cliente.
Stephens teme que una vez cerrado el caso en Suecia, Assange sea enviado a Estados Unidos, donde la indignación crece a medida que siguen saliendo a la luz a cuentagotas los comprometedores documentos.
El cerco de Assange se acentuó en los últimos días, con el cierre de los servidores de Wikileaks en varios países y de su cuenta bancaria personal en Suiza.
La agencia británica encargada de la lucha contra el crimen organizado (SOCA) anunció antes de la detención que, como ocurre en estos casos, cuando la persona que es objeto de una orden de captura internacional comparece ante el juez se le ofrece la opción de aceptar voluntariamente la extradición.
En caso contrario, se fija una nueva vista para escuchar los argumentos de las dos partes implicadas, tras lo cual el juez se pronuncia sobre su extradición o su liberación, precisó una portavoz de la agencia.
Con las apelaciones previstas por la ley, que pueden llegar hasta la Corte Suprema, este tipo de casos pueden durar meses.
La Policía británica anunció el lunes que recibió la nueva orden internacional de captura contra Assange emitida por la justicia sueca.
Suecia emitió el viernes esta nueva orden, completada con los elementos que reclamaba la policía británica, que según informaciones de prensa publicadas la semana pasada sabía donde estaba Assange, pero no pudo detenerlo debido a errores en la redacción de un primer pedido.
Según ese pedido, la justicia sueca quiere interrogarlo “por sospechas razonables de violación, agresión sexual y coerción” en un caso que se remonta al 20 de agosto, cuando una mujer dijo haber sido víctima de una violación y otra de agresión sexual por parte de Assange.
El abogado británico del fundador de Wikileaks declaró el domingo a la AFP que las acusaciones contra su cliente parecían tener “motivaciones políticas”.
La intensificación de la búsqueda de Assange coincidió con la filtración por parte de Wikileaks y cinco grandes medios de prensa de miles de cables diplomáticos confidenciales de Estados Unidos. Esas publicaciones provocaron la ira de Estados Unidos y de numerosos países concernidos por las revelaciones.
WikiLeaks publicó por ejemplo el lunes una explosiva lista secreta de los lugares estratégicos en el mundo que Estados Unidos quiere proteger contra atentados, por considerar que su “pérdida” afectaría notablemente la seguridad estadounidense.
Assange no sólo tiene detractores. El renombrado intelectual estadounidense Noam Chomsky se unió a la petición de periodistas, abogados y escritores australianos para que la primera ministra de Australia, Julia Gillard, exprese “un apoyo firme” al fundador de WikiLeaks.
La “retórica cada vez más violenta” contra Julian Assange genera “graves preocupaciones” por su seguridad, dice la carta dirigida a la jefa del gobierno australiano, Julia Gillard.
Agence France-Presse