Manifestantes han prendido fuego este domingo a la sede del partido gobernante Baaz en la ciudad de Deraa, en el sur del país, escenario de protestas desde el viernes que han dejado al menos cuatro muertos, según han señalado residentes de la misma, precisando que también han sido incendiados el principal juzgado y dos sucursales de compañías telefónicas, una de ellas Syriatel, propiedad de Rami Majlouf, primo del presidente sirio, Bashar al Assad.
«Han quemado los símbolos de la opresión y la corrupción», ha subrayado un activista. «Los bancos próximos no han sido tocados», ha precisado. Las fuerzas de seguridad han empleado gases lacrimógenos para dispersar a los miles de manifestantes y unas 40 personas han tenido que ser atendidas por inhalar gas en la mezquita principal de la ciudad vieja, según los residentes. MAS DETALLES