Las ventajas fiscales han convertido a Suiza en el hogar oficial tanto de los grandes pilotos de Fórmula Uno , entre ellos Michael Schumacher, Kimi Raikkonen, Lewis Hamilton o Fernando Alonso, como de sus patrocinadores y patrones.
Las fortunas de estos virtuosos del volante logran «rebajar algunas décimas» al Fisco con su estatus de residentes en la Confederación Helvética, y su ejemplo lo siguen otros notables del deporte rey de la velocidad como su patrón, Bernie Ecclestone.
El patrimonio del gestor de los derechos comerciales de la Fórmula Uno encabeza la clasificación de los más ricos de este deporte, gracias a unos bienes valorados en cerca de 3.000 millones de euros, de acuerdo con la revista económica suiza «Bilan».
Ecclestone, de 79 años, británico aunque con domicilio oficial en el Hotel Olten de la exclusiva estación alpina de Gstaad, ha visto mermada su ventaja en el liderazgo de la riqueza económica en la Fórmula Uno, tras su divorcio de la modelo croata Slavica Radic.
El rival que le pisa los talones es el dueño del 49 por ciento de Red Bull, Dietrich Mateschitz, cuya escudería se alzó este año con los dos mundiales de constructores y de pilotos, y a quien su origen austríaco le libra de mudarse a Suiza por motivos fiscales.
La revista Forbes atribuye a Mateschitz, de 66 años, una fortuna cercana a 3.000 millones de euros, que le sitúa con cierta distancia respecto a su máximo rival en la pista este año, Ferrari, propiedad de la familia Agnelli a través del Grupo Fiat italiano.
Margherita Agnelli, la hija y única heredera directa del legendario Giovanni Angelli, cuenta con un patrimonio próximo a 1.500 millones de euros, y vive oficialmente en un vasto dominio entre Ginebra y Lausana.
También cerca de este lugar, en el pueblo suizo de Gland, a orillas del lago Leman, reside Michael Schumacher, el piloto que cortó 21 años de sequía de la célebre escudería italiana, y que encadenó cinco victorias mundiales entre 2000 y 2004.
La fortuna del piloto alemán de 41 años, ahora en las filas de Mercedes, se acerca a 700 millones de euros, lo que le coloca inmediatamente después de Tiger Woods como el deportista que más dinero ha amasado en su carrera, e igualado con Michael Jordan.
El último campeón del mundo con Ferrari, Kimi Raikkonen, está afincado en el pueblo suizo de Baar, de 20.000 habitantes y muy cercano a Zúrich, y en cuya rutina el finlandés se ha implicado más de lo que su fama auguraría.
Embajador del equipo de hockey de la región, a cuyos partidos asiste ocasionalmente, Raikkonen dispone de una riqueza de alrededor de 150 millones de euros, de los que unos 17 procedieron de su indemnización por la marcha de la escudería transalpina.
Su sustituto, el español Fernando Alonso se mudó el pasado febrero a la mayor ciudad suiza de habla italiana, Lugano, a poco más de 250 kilómetros de la fábrica de Ferrari, después de haber residido en los últimos años en la parte francófona del país.
El compañero de Alonso durante su etapa en McLaren, Lewis Hamilton , dejó su Gran Bretaña natal a finales de 2007 para instalarse en Suiza, después de perder el campeonato en la última carrera por sólo un punto de diferencia.As.com
De haber ganado aquel Mundial, cuando el británico contaba con sólo 22 años y se trataba de su primera temporada a los mandos de un Fórmula Uno, se hubiera convertido en el más joven en alzarse con el título, una hazaña que consiguió al año después, en 2008.
Pero el récord de Hamilton lo ha batido este año otro residente en Suiza, el alemán Sebastian Vettel , quien desde hace más de un año posee una finca en el coqueto pueblo de Walchwil, de 3.000 habitantes, cercano a Zúrich y contiguo a un coqueto lago.
Otros pilotos de la máxima categoría del automovilismo como Nick Heidfeld, Timo Glock, Adrian Sutil, Heikki Kovalainen, además del español Pedro de la Rosa, tienen su domicilio en el país helvético, de igual forma que hacen algunos de sus principales patrocinadores.
Pero aparte de los millonarios pilotos y patronos, el hombre más rico de cuantos viven en Suiza es el fundador de Ikea, el sueco Ingvar Kamprad, quien con casi 85 años, con una fortuna de más de 25.000 millones de euros, reside como un desconocido a orillas del lago Leman.