La argucia legal que permitió absolver al ex general del Ejército, Víctor Antonio Cruz Weffer, Cédula de Identidad N° V-4.015.281, por los delitos de enriquecimiento ilícito y ocultamiento de datos para la declaración jurada de bienes, fue apelada recientemente por la fiscal 8° y 50° nacional, Luisa Fayad y Katerine Haringthon, respectivamente, tomando en consideración que el Tribunal violó el principio de inmediación al publicar la sentencia absolutoria el 29 de marzo de este año, pese a que el citado falló se efectuó el 20 de julio de 2010, fecha en que la juez Ninfa Díaz estaba a cargo de dicha instancia judicial.
En un comunicado, el Ministerio Público interpuso el escrito ante el citado tribunal, instancia que ahora tendrá que remitir el recurso de apelación a la Unidad Receptora y Distribuidora de Documentos (URD), ubicada en el Circuito Judicial Penal del AMC, dependencia que, a su vez, enviará la acción ejercida por los fiscales del caso a una de las 10 salas de la Corte de Apelaciones.
Al parecer, en este caso se movieron miles de millones de bolívares para salvar al hoy ex general de corrupción. Queda en duda, la probidad de la juez Ninfa Esther Díaz Bermúdez, quien no valoró todos los órganos de prueba presentados por el Ministerio Público, violando así el artículo 22 del COPP, que refiere que “las pruebas se apreciarán por el tribunal según la sana crítica observando las reglas de la lógica, los conocimientos científicos y las máximas de experiencia”.
Cruz Weffer, quien jugaba softball con el presidente de la República en Fuerte Tiuna, se valió de su confianza para llegar a ocupar tres cargos en tres años, entre los cuales destaca el de Comandante General del Ejército, presidente de la Fundación Propatria 2000 y presidente del Fondo Nacional de Desarrollo Urbano (Fondur).
Diez años después que se iniciara la investigación contra el general Cruz Weffer en 2002 por el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributario (Seniat), hasta la fecha no hay una sentencia que condene la corrupción que pudo cometer este oficial del Ejército.
La Comisión de Contraloría de la AN declaró la responsabilidad política del general Víctor Cruz Weffer por presuntas irregularidades cometidas en la construcción del complejo habitacional Los Cedros, en el municipio Pampanito del estado Trujillo, el cual fue financiado con recursos aportados por el Fondo de Desarrollo Urbano.
En el informe, aprobado por unanimidad, los parlamentarios declaran la conducta negligente y omisiva del general Weffer por no haber tomado las acciones pertinentes hacia aquéllos que estaban encargados de ejecutar las obras y que incurrieron en gravísimas irregularidades de diversa índole, “y que por sus irresponsables actuaciones han causado un gravísimo daño al patrimonio del Estado, así, como los particulares que confiaron en la oferta que se les hizo para la adquisición de sus viviendas y que hoy se ve reflejado en una vulgar estafa”, por la ejecución del proyecto habitacional, de la cual hoy solo quedan escombros.
También la Comisión de Contraloría declaró la responsabilidad política de la arquitecta María Alejandra Morales, quien se encargó de la inspección de la obra y de la ingeniera Wilma Caltieri, supervisora de Inspección del estado Trujillo, a quienes también se les responsabiliza por una conducta negligente y omisiva y quienes habrían incurrido en el delito de peculado culposo y en supuestos generadores de responsabilidad administrativa.
La Contraloría General de la República, acusó a Cruz Weffer de omisión, por no declarar cuatro cuentas bancarias así como un inmueble ubicado en la población de Tucacas, estado Falcón. Asimismo, el militar retirado obtuvo en el período abril 2000 y junio de 2003, ingresos que no pudo justificar por 1.071.068.432 bolívares.
El ex comandante General del Ejército tuvo un escándalo amoroso con la ex miss Betsabe Zárraga, a quien le brindó todos los lujos del nuevo riquismo. Se comenta que los bienes pasados a nombre de un familiar que funcionó como testafero, no pudieron ser recuperados por el ex general porque éste falleció.
Aún queda por descubrir mucha corrupción cometida por el bigotudo, quien sigue manejando fortunas y sería propietario de apartamentos en Miami y, al parecer, dueño de una lujosa urbanización en Isla de Margarita, además de una casa en Colinas de Santa Mónica, vehículos de lujo y fincas en el interior del país, entre otras menudencias.
Credito: José Luis Carpio