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Mientras China es la primera potencia económica del mundo, sus niños tienen clases en ataúd

9 mayo, 2011

La escuela primaria del poblado de Jiudu, en la Región Autónoma de Zhuang de Guangxi (China), se encuentra ubicada en la profundidades de las montañas. Se necesitan por lo menos 4 horas largas para llegar serpenteando por caminos desde la capital de la región, Nanning.

Construida en 1953, solía ser un centro relativamente bien equipado. Hasta que el estado ruinoso de sus muros obligó a derruirla en 2007.

Después de aquello, la escuela de enseñanza primaria se vio obligada a instalarse en una habitación alquilada de una casa contigua, a un precio de 100 yuanes cada semestre. Ahora allí estudian 19 alumnos, incluidos 7 en la clase de preescolar, 5 en el primer grado y 7 en el segundo grado. Todos ellos vienen de un radio de 10 kilómetros y la mayoría acuden a clase andando según un artículo de China Daily.

El aula es una casa con paredes de bambú llena de agujeros, con un suelo inclinado que roza el colapso en cualquier momento. Las tablas de madera del suelo necesitan una buena reparación desde hace mucho tiempo y, según los lugareños, algunos niños ya se han caído al piso de abajo al romperse algunas zonas; afortunadamente, ninguno ha resultado herido gravemente. MAS DETALLES