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No hay negocio más rentable que el de la carne humana desesperada

19 mayo, 2011

No hay negocio más rentable que el de la carne humana desesperada. La policía del Estado de Chiapas, en la frontera sur de México, lo pudo comprobar de nuevo el martes, al darle el alto a dos tráilers que procedían de Guatemala. Mediante un sistema de rayos X, los agentes descubrieron que en el interior de uno de ellos viajaban 273 migrantes indocumentados, todos hombres, y en el otro, 240, entre los que se encontraban 32 mujeres y cuatro niños.

Según declararon los migrantes, en su gran mayoría guatemaltecos, tan inseguro pasaje hacia Estados Unidos -más de 1.700 kilómetros a través de México- les había costado a cada uno 7.000 dólares, alrededor de 5.000 euros, que tuvieron que pagar por adelantado a una organización de polleros.

La radiografía es terrible. Hombres empaquetados, a una media de seis por metro cuadrado, unos de pie, otros sentados, también mujeres y niños, a 40 grados de temperatura, con más de 20 horas de camino por delante -lo que se tarda sin detenerse de Tapachula a Reinosa-, sin más garantías que la improbable buena voluntad de los traficantes.

De los 273 migrantes que viajaban en uno de los camiones, 199 son guatemaltecos, 28 salvadoreños, 26 ecuatorianos, 12 indios, seis nepalíes, un hondureño y un dominicano. En el otro tráiler se ocultaban 240 personas: 211 guatemaltecos, 19 salvadoreños, seis ecuatorianos, tres chinos y una japonesa. ¿Estamos hablando de 513 locos, protagonistas sorprendentes de un caso aislado? Nada más lejos de la realidad. MAS DETALLES