Ni Lady Gaga con sus nueve millones de seguidores, ni Justin Bieber con sus ocho, ni Britney Spears con sus siete. Las tres personas más seguidas de Twitter pueden acumular un público equivalente a la población de Venezuela, pero un nuevo estudio nos alerta que en esta red social quien manda es otro tipo de élite.
Una que lidera un cómico brasileño, Rafinha Bastos, que tiene un 2% de los seguidores de la Gaga, pero cuyos tuits se valoran en 4.000 dólares cada uno. Los demás le van a la zaga: sus cuentas se miden en cifras infinitamente más modestas, pero ellos tienen el mando de lo que se comenta en Twitter y, muchas veces, consiguen que lo que se comente sean ellos mismos.
El nombramiento de esta nueva monarquía del microblogging lo propició sin darse cuenta uno de los fundadores de Twitter, Evan Williams, al decirle a un periodista del New York Times llamado David Leonhart que «es posible que alguien que tenga millones de usuarios no escriba mensajes muy a menudo. Pero alguien a quien sólo siguen decenas de miles de personas puede ser un tuiteador prolífico cuyos mensajes se ven difundidos por los usuarios”, dijo. Vamos, que en Twitter, como en la vida, lo que importa no es cuánto te mida la cuenta, sino cómo la uses.
Leonhart decidió ahondar en tal razonamiento y puso a trabajar a una consultora especializada en Twitter (lo cual, se conoce, debe ser ya un negocio rentable) llamada Twitalyzer: mídanme las cuentas de Twitter no por los seguidores que tienen, sino por el impacto que genera cada mensaje, por cuántos retweets (cuando uno de tus seguidores manda tu mensaje a los suyos) reciben y cuántas veces se habla de ellos en la red social.
Dicho de otra forma, no cuenten a la gente que esté en la habitación en la que habla un tuitero, sino por cuánta gente se calle para escucharle. La consultora le respondió con un curioso invento: el Índice de Influencia.
Esta ecuación valora, del 0 al 100, el impacto real que tiene cada tuit en quienes lo leen (que, al fin y al cabo, es lo que cuenta. ¿Qué más dará que tengas 10.000 millones de seguidores si nadie te hace caso). Y él, los que de verdad dominan Twitter, los que de verdad tienen a sus seguidores obnubilados, son un mezcla de famosos y relativos desconocidos que apenas coincide con quiénes son los más seguidos.
A saber:
- 1. Rafinha Bastos, un cómico brasileño que presenta dos programas en televisión llamados CQC y A Liga. Su página de Wikipedia consiste de cuatro líneas (y una de ellas es sobre este estudio), pero es la persona más influyente de Twitter. Se dedica esencialmente a tuitear chistes en portugués. Tenía 1.690.817 seguidores cuando se hizo el estudio. Su impacto tiene una nota de 90.
2. Chad Ochocinco, jugador de fútbol americano en los Cincinnati Bengals y protagonista de su propio programa de telerrealidad. Tuitea todo: que si el entrenamiento va bien, que si la fiebre de su hija ha bajado unas décimas… 1.651.070 seguidores. Impacto de 89.
3. Conan O’Brien, el presentador de late-nights más amado de Estados Unidos. Otra cuenta dedicada a la comedia sobre su vida diaria o lo que piensa de las noticias (lo que antes hacía el presentador ante el público al empezar el programa). 2.367.928 seguidores. Impacto de 88.
4. Stephen Fry, actor, escritor, director de cine y teatro y básicamente empleado en cualquier profesión liberal habida y por haber. Vuelca en su Twitter su portentoso ingenio sobre los asuntos más cotidianos y hace autobombo de sus publicaciones. 2.188.395 seguidores. Impacto de 87.
5. Ryan Seacrest, locutor de radio, productor y protagonista de programas de telerrealidad y últimamente presentador de American Idol (Operación Triunfo, versión estadounidense). En su Twitter hace cosas curiosas como fingir que ha sido hackeado por la cobra del zoo del Bronx. 3.880.840 seguidores. Impacto de 84.
6. Snoop Dogg, rapero superventas y desafortunado actor. Su Twitter está repleto de respuestas a los mensajes que le escriben sus seguidores. 2.536.996 seguidores. Impacto de 85.
7. Barack Obama. Es Barack Obama. Su Twitter es el Twitter de Barack Obama. Con 6.531.868 seguidores, es una de las únicas dos personas que está tanto entre los más seguidos como los más influyentes en la red social. Impacto del 85.
8. Rainn Wilson, actor que hace de Dwight en el remake americano de The Office. Su Twitter aúna alegremente el autobombo con chistes venidos de la nada y con su vida personal. 2.168.826 seguidores. Impacto del 83.
9. Kim Kardashian, parte del clan Kardashian y personaje de reputada perfidia. Su Twitter es inenarrable. Con 6.032.559 seguidores es, tras Obama, la persona más influyente y más seguida en la red social. Impacto del 81.
10. Luciano Huck, presentador de programas juveniles en la televisión brasileña y seguramente poseedor del mejor avatar de todo Twitter. 2.663.202 seguidores. Impacto del 77.