En el edificio sede de Radio Caracas Televisión (Rctv) en Quinta Crespo, al oeste de Caracas, el tiempo parece detenido. Los afiches que adornan la recepción muestran imágenes de la telenovela “Libres como el viento”, cuyo final nunca llegó a verse porque la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) ordenó a las cableras sacar del aire la versión internacional de la estación fundada en 1953.
El silencio ocupa ahora el espacio que antes tenían alrededor de tres mil trabajadores, quienes laboraron para la planta hasta el 27 de mayo de 2007 cuando el Ejecutivo Nacional decidió dejar sin concesión a Rctv para transmitir en señal abierta. Ahora se mantienen en funciones cerca de 250 empleados, a cargo de Marcel Granier, presidente de las Empresas 1BC, otrora conglomerado mediático que obstentó el Récord Guinnes como exportador de telenovelas.
-¿Son hoy las Empresas 1BC un negocio rentable?
-No, no lo son. Nosotros pensamos a largo plazo volver a serlo, pero no lo somos en este momento, lamentablemente. Estamos buscando nuevas actividades, tratando de ser más productivos y más eficientes.
-¿No se arrepiente entonces de alguna decisión de hace cuatro años, que quizás habría evitado el cierre de Rctv de señal abierta?
– Nunca vimos ninguna ventana abierta. Siempre cumplimos la ley. El argumento que utilizaron para cerrarnos fue que necesitaban esa frecuencia. Y cuando cerraron la señal internacional lo que ocurrió fue un atropello, en complicidad con las cableras.
– ¿Qué están haciendo para sobrevivir con Rctv, sin señal en Venezuela?
– Hemos ido creciendo poco a poco con la señal en Internet y estamos en algunos sistemas de cable en el exterior, pero todo eso son procesos lentos. Estamos produciendo muchísimo menos, pero estamos abriendo nuevas actividades: creando para terceros, dentro y fuera de Venezuela. MAS DETALLES