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Catástrofes seriales: ¿fenómenos climáticos o experimentos militares?

28 mayo, 2011

Las siete plagas de la destrucción parecen haberse desatado sobre el planeta y la humanidad. Y las interpretaciones sobre el origen de las catástrofes seriales que devastan la tierra giran desde lo científico a extrañas teorías (silenciadas oficialmente) que atribuyen esos fenómenos a experimentaciones militares orientadas al control de países y de poblaciones.

Una serie inusitada de fenómenos climatológicos extraordinarios se registró en el planeta durante los últimos meses.

Es como si hubiera estallado un aviso de Apocalipsis: Terremotos, lluvias de una intensidad inusitada en todo el hemisferio sur, nevadas históricas en el este norteamericano y el norte europeo, sequías devastadoras en las mismas regiones donde no hace mucho las inundaciones arrasaban a poblaciones enteras. Aludes, incendios forestales, crecidas de ríos y océanos, deshielos monumentales, hambrunas masivas.

Para la mayoría de los científicos esos fenómenos catastróficos son la consecuencia natural de la contaminación y la destrucción del planeta. Para otros es una señal mística del «fin del mundo».

Y están los que piensan que detrás de esos desastres encadenados hay un plan estratégico imperial y una manipulación científica de estos fenómenos orientados al control de países y poblaciones.

En la teoría más difundida, el calentamiento global está potenciando y acelerando el desenlace de estos fenómenos devastadores. Y la mayoría de los científicos aseguran que estas catástrofes encadenadas, llegaron para quedarse.

Según la Organización Meteorológica Mundial de la ONU, los últimos diez años fueron los más calurosos en la Tierra desde que se registran científicamente hace unos 120 años.

Científicos de la metereología hablan de un fenómeno cíclico producido por El Niño, que desata un cambio en las temperaturas y corrientes marinas, que se desarrolla cada dos a siete años en el Pacífico y que afectan desde América del Sur hasta Australia e Indonesia.

De acuerdo con la Administración Nacional de la Atmósfera y los Océanos de EEUU, la temperatura promedio del planeta entre el 2000 y el 2009 fue de 14,3 grados centígrados, un grado más que el promedio del siglo XX.

Esta situación llevó a que en los últimos 30 años se derritiera una tercera parte de los hielos del mundo, que constituyen la principal fuente de agua dulce de la mayoría de los seres humanos.

Y de acuerdo con las proyecciones del sistema de predicciones del Servicio Meteorológico Británico, el 2010 -a pesar de las nevadas históricas- ya se perfila como el año más caluroso desde que se contabilizan registros. MAS DETALLES