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La crisis española apareja un nuevo fenómeno: «ciudades fantasmas» que quedaron deshabitadas debido a deudas hipotecarias

30 mayo, 2011

El colapso del ladrillo español es un tema recurrente que fascina en la prensa internacional. La proliferación de ‘ciudades fantasma’, es decir, planeamientos pensados para ser habitados por miles de familias que apenas cuentan con unas decenas de vecinos -es el caso de Seseña (Toledo) y Ciudad Valdeluz (Guadalajara)- es un fenómeno que choca a los ojos de los medios de comunicación extranjeros, como lo demuestran varios reportajes de New Tork Times o The Guardian que glosan la pesadilla de los hipotecados atrapados sin remedio en este tipo de urbanizaciones desoladas o despobladas.

 

El último en hacer leña del estallido y desplome del sector ladrillero en España ha sido el californiano The Business Insider, esta vez a vista de pájaro, aportando vistas de satélite del estado actual de las urbanizaciones arriba mencionadas y de otras como Horche (junto a Ciudad Valdeluz, en el municipio alcarreño de Yebes), las de Quer, Alovera y Chiloeches (también en Guadalajara), Yuncos (Toledo), La Serena (Murcia) o la promoción granadina de Ojo del Salado y Chimborazo, en el distrito del Genil.

El reportaje obvia otros conocidos planeamientos urbanos de futuro incierto que salpican la geografía peninsular como Costa Miño (A Coruña), La Muela (Zaragoza), El Toyo en Almería, Costa Esuri (Ayamonte, Huelva), parte del Señorío de Illescas (Toledo) o La Torre Golf Resort (de Polaris) en Murcia. MAS DETALLES