Brasil ha estado creciendo a pasos agigantados, hasta el punto de que en 2010 su tasa de crecimiento fue de alrededor de 7,5%.
Los expertos señalan que el crecimiento económico ha permitido que millones de personas salgan de la pobreza.
Pero en medio de este éxito económico, hay señales que empiezan a preocupar a los economistas y al propio gobierno brasileño.
La inflación comienza a alcanzar niveles preocupantes, -se espera que este año alcance a un 6,6%-, los precios de los inmuebles se han disparado y hacia el país fluyen capitales de corto plazo que han provocado una apreciación significativa del real, la moneda brasileña.
En ese contexto, muchos se preguntan si el país comienza a experimentar una burbuja que podría en última instancia estallar.
El economista Moisés Naim señala en un artículo el el Financial Times que «no hay duda de que la economía brasileña se está sobrecalentando», y se pregunta «¿cuánto tiempo durará la fiesta?».
Naim resaltaba que «esta combinación de una moneda fuerte, la euforia de los inversionistas extranjeros y el incremento de la demanda doméstica (…) (…) comienza a lucir no sólo como una economía sobrecalentada sino con signos de que se ha iniciado una burbuja preocupante». MAS DETALLES