En la primera discusión de un proyecto de ley, cada parlamentario podía ejercer dos derechos de palabra de 15 y 7 minutos. Alterada la norma, ahora solo podrá hablar una vez por 10 minutos. Es más, ni el derecho a réplica se salvó: lo bajaron de 5 a 3 minutos.
Hasta limitaron el uso de la tribuna de oradores, desde donde los diputados podrán dirigirse al país solo «previa autorización de la Presidencia» y si se trata de «quien presenta un debate, acuerdo, informe o ley en primera discusión».