El premio nobel de la paz, Hussein Barack Obama, acaba de legalizar la ciberguerra, dando permiso a su ejercito servicios de inteligencia a iniciar ciberataques si «la seguridad nacional» (o la de sus grandes magnates capitalistas) es puesta en peligro.
El Ejército estadounidense podrá perpetrar ciberataques contra supuestos enemigos para defender sus intereses nacionales, después de que el presidente norteamericano, Barack Obama, firmara una serie de ordenanzas que contemplan operaciones de este tipo en la estrategia militar de EE. UU.
La instrucción permite a los militares difundir códigos informáticos en las redes internas de otros países para verificar la calidad de la conexión.
Esos códigos no contienen virus y en principio no tienen por qué afectar a los servidores mientras haya paz, pero en caso de estallar un conflicto con EE. UU., la ruta para la transferencia de virus ya habría quedado establecida.
La disposición correspondiente fue firmada hace un mes y responde a los esfuerzos del Pentágono para reglamentar la aplicación de ciberataques por parte del ejército estadounidense, lo que se suma a la decisión de catalogar los ciberataques como acciones de guerra.
Asimismo Washington se reserva el derecho de dar una respuesta militar a cualquier sabotaje informático.
“Tenemos que estar preparados para poder defendernos en el ciberespacio”, anunció el viceministro de defensa de EE. UU., William Lynn. Según James Lewis, experto en seguridad cibernáutica del centro de Investigaciones estratégicas, la nueva estrategia militar concibe el ciberespacio como un nuevo campo de batalla. “Ya no tienen necesidad de bombardear. Es un mundo totalmente nuevo”, señala.
Estados Unidos considera los ‘ciberataques’ como una de las mayores amenazas para su seguridad, y es una de sus prioridades defensivas. “Si decenas de programadores talentosos encontraran una brecha digital, podrían representar una amenaza real para EE. UU.: podrían robar planes de operaciones militares, debilitar el servicio de inteligencia y poner en riesgo la capacidad defensiva”, advierte el viceministro de defensa, William Lynn.
Bueno, en realidad las guerras hace tiempo que dejaron de tener reglas, y los ejercitos imperiales se suelen pasar las reglas del tratado de Ginebra por la culata de la ametralladora o la trampilla por donde salen las bombas desde los «civilizados» aviones.
La legalización de la ciberguerra supone, ni mas ni menos, que el Imperio podrá atacar como suele hacerlo, porque le da la gana, a un pais y dejarle sin luz, sin servicios sanitarios o sin internet (esto le vendria muy bien para ocultar los crimenes que cometen sus soldados en los paises que destruyen).CUESTIONALOTODO