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«Oriente» era un «Lucero» que escaló posiciones debido a traslados y libertades de miembros de la banda

3 agosto, 2011
Guatire. Oriente y Yoifre eran pranes de diferentes «carros» (argot para referirse al grupo que se dirige dentro del penal) en Rodeo II. Esta sería una de las razones de porque no se fugaron juntos.
Mientras Yorvis Valentín López Cortez (26) alias «Oriente» era el líder de la mafia de Barrio Chico (nombre dado por las películas de violencia de peleas en artes marciales); Yoifre Francisco Ruiz Estanga (20), conocido como «Yoifre» estaba a cargo del carro de la Corte Negra (expertos en hechizos y rezos del más allá).

Estas bandas dirigen desde hace más de 10 años parte del destino de la población penal en Rodeo II. Sólo los presos considerados «las brujas» (porque laboran dentro del centro de reclusión) y los evangélicos están fuera de su alcance. Estos acuerdos entre grupos es lo que permite la paz o la guerra en determinados casos.
Un reo que salió hace dos años de Rodeo II explicó que cuando Oriente llegó al internado judicial, en mayo de 2009, fue recibido por un evangélico.
Este privado de libertad fue trasladado de Puente Ayala en Ciudad Bolívar hasta este penal de Guatire. El pran del grupo «Los Orientales» de Ayala llamó a una persona en Rodeo II para que recibiera a Yorvis López, quien tenía ya fama de «malandro», experto en robo de vehículos de transporte de valores y secuestros.
Cuando López llegó a Rodeo II su perfil era bajo. Era «lucero» (quien sigue al pran) del «carro» de Barrio Chino. Debido a traslados y libertades de miembros de la banda escaló posición y en 2 años se convirtió en pran.
Asumió el liderazgo de Rodeo II hace unos dos años aprovechando el vacío de poder que dejaron las dos bandas que durante mucho tiempo protagonizaron encarnizados enfrentamientos: «Barrio Chino» y «Corte Negra«. 

Los primeros ocupaban los pisos 2 y 3 del penal. Se caracterizaban por la tenencia de bandanas. Del lugar donde se la colocaban dependía la jerarquía dentro del grupo. El último piso era controlado por la «Corte Negra«, conformada por nativos de Barlovento y Guatire, mientras que en el primer nivel estaban los evangélicos. 

Las pugnas entre los dos primeros grupos eran constantes y se dirimían hasta con granadas. En una ocasión, los reos de los dos pabellones dominados por «Barrio Chino» se unieron y acabaron con sus rivales. Los que iniciaron la reyerta fueron trasladados a otros internados. Se dice que «Oriente» aprovechó la coyuntura y desde entonces, al grito de «1, 2, 3 Rodeíto«, impone su ley en la prisión. ULTIMAS NOTICIAS